En mis terapias, el foco está puesto sobre las relaciones. Eso no significa que no importe tu sufrimiento o tus síntomas. A lo largo de los años, las investigaciones del enfoque de psicología sistémica han ido demostrando, que nuestro sufrimiento suele venir marcado por el mal funcionamiento del sistema de relaciones al que pertenecemos: una familia, un entorno laboral, un colegio, un grupo de amigos etc.
¿Cuántos de nosotros hemos sufrido una y otra vez las consecuencias de los conflictos en casa? ¿Cuántos miramos el móvil un domingo deseando no ir a trabajar? ¿O cuántos empezamos a poner excusas para no quedar con ese grupo de amigos donde ya no estamos cómodos?
La terapia sistémica es un tipo de enfoque que pone el peso en observar esas dinámicas que se dan en las relaciones: el rol que ocupamos en cada una, la forma en la que reaccionamos ante los hábitos o movimientos de otra persona, etc.
Evidentemente, que en medio de ese proceso, tambien utilizamos herramientas individuales para aliviar esos síntomas y ayudar a sostenerse a la persona atendida. Una cosa no exime la otra. Simplemente ampliamos un poco el foco, y entendemos que no todo lo que le pasa a la persona atendida, es siempre su responsabilidad.